Este espacio está dedicado a exaltar el talento juvenil que hace vida dentro de la Universidad Deportiva del Sur (UDS), todos aquellos atletas que han dedicado valiosas horas de su vida al deporte y que planean continuar haciéndolo por su satisfacción personal, familiar, la de la academia y por supuesto, la de la Patria.
 
En esta edición, conoceremos la vida del tachirense Andrés Duque de 21 años de edad, pelotero, estudiante del quinto semestre de Entrenamiento Deportivo, mención béisbol.
 
El bate y la pelota desde la cuna
 
Nacido en una familia de peloteros, incursionó formalmente en este deporte a los 6 años de edad en la escuela Tigres de San Cristóbal, en la cual desarrolló sus primeras categorías, posteriormente se cambió al Club Bucaneros de Táriba, donde descubrió su verdadera pasión por la disciplina.
 
Su indiscutible talento le aseguró un lugar en la selección de Táchira, lo que le dio la oportunidad de representar a su estado en el territorio nacional. Con tan solo 12 años logró formar parte de la selección de Venezuela para un torneo internacional en el cual mediría habilidades con jóvenes de Colombia, República Dominicana y México.
 
Experiencia de alta y superación de barreras
 
En sus prácticas escolares con la Unidad Educativa de Talento Deportivo de su región fue descubierto por un caza talentos de los Orioles de Baltimore, equipo por el que fue chequeado y aceptado para ser formado. Para esta etapa tuvo que mudarse a la ciudad de Caracas y continuar su bachillerato durante los fines de semana, ya que de lunes a viernes debía dedicarse de lleno a entrenar profesionalmente en la Academia Aníbal Sánchez.
 
Sin embargo, una lesión en la espalda lo apartó de su meta por un lapso de 8 meses. Al recuperarse, fue llamado rápidamente por una academia en el estado Zulia, lo que hizo que nuevamente fuese descubierto y llegase a jugar con la paralela de Águilas del Zulia a la edad de 16 años.
 
Otra lesión, esta vez en el hombro, lo apartó por un tiempo del diamante. Al volver, es llamado por la academia Fabricio Gómez de Maturín, con la que jugó la Liga Bolivariana, vistiendo el uniforme de Embajadores de Monagas. De allí fue captado por la academia Luis Sojo, no obstante, fue víctima de otra lesión que le sirvió para reflexionar sobre el rumbo de su vida y con la ayuda de su preparador físico, la leyenda del atletismo Ramón Montesuma, conoció el Alma Máter Deportiva.
 
Su llegada a la UDS
 
Se inició en la Universidad con el chequeo para las selecciones deportivas de cara a los Juegos Universitarios, como era de esperarse entró al equipo titular en la defensa de la tercera base. Con este quipo obtuvieron el pase a la justa nacional, luego de pasar el filtro de la liga estadal y regional y a pesar de que no tuvieron un logro significativo, obtuvo medalla de plata con la selección de softbol.
 
Confiesa que le ha tomado mucho amor la labor de entrenador, por lo que su meta al graduarse es formar peloteros con todas las de la ley. “Con los conocimientos adquiridos me he dado cuenta de los errores que se cometen con los atletas y quiero trabajar para entrenar beisbolistas de la manera correcta, tanto en el aspecto físico como en el psicológico”, afirmó Andrés.
 
19,87 puntos…primer promedio de la academia
 
En la actualidad, Andrés entrena, masifica el béisbol en sus prácticas de proyecto comunitario, participa en una liga de softbol de la ciudad de San Carlos y además tiene el orgullo y honor de contar con el promedio más alto de la Universidad Deportiva del Sur (UDS).
 
Explica que el equilibrio entre el deporte y los estudios no solo es necesario, sino que es totalmente una posibilidad el poder rendir en ambas actividades. “Muchos piensan que por ser un atleta activo no se puede salir bien en los estudios, pero eso es totalmente falso, todo está en el querer y en el compromiso que uno tenga, no vine aquí a perder el tiempo”.
 
Es esta fortaleza mental lo que hace que Andrés Duque sea un ejemplo a seguir por los jóvenes Udesistas y de toda Venezuela. Sueños, motivación, empeño, compromiso y perseverancia, elementos vitales o mantras que se traducen en un “si puedo” y que representan la fórmula ideal para ser un individuo ganador, en todos los aspectos de la vida.